lunes, 5 de mayo de 2014

Análisis de “Ladrón de Bicicletas” de Vittorio de Sica



Resumen breve del argumento


En una Roma marcada por el desempleo, por la proliferación de bandidos que aprovechaban cualquier circunstancia para quedarse con lo ajeno y de casas de empeño dispuestas a sacar el máximo provecho de la trágica situación de los demás Ricci logra conseguir un trabajo en el que debe pegar carteles; pero para el que debe necesariamente contar con una bicicleta. Él la ha empeñado y para recuperarla su mujer recurre a otro empeño: el de sus sábanas. Son angustiantes las pilas y pilas de sábanas entre las que van a parar las de Ricci quien, al igual que su esposa, no duda en sacrificar “el lujo” de dormir en una cama como Dios manda por asegurar el bienestar de su familia con un trabajo digno. Recupera su bicicleta y parte con su pequeño hijo al nuevo trabajo no sin antes dejar a éste en la gasolinera en la que es empleado. Pero la suerte de Ricci se verá alterada porque el primer día le roban la bicicleta mientras pega un cartel cinematográfico de una película que tiene como protagonista a Rita Hayworth, actriz  emblemática y símbolo sexual de la década del 40, época dorada del cine de Estados Unidos.
¿Cómo reacciona un hombre ante la sustracción de aquellos bienes esenciales que le aseguran la obtención del dinero necesario para satisfacer sus necesidades básicas? Ese parecería ser el problema que nos plantea el director. De la persecución desesperada del ladrón a la decisión final de robar él mismo una bicicleta, Ricci  pasa por confiar en la ley y hacer la denuncia, buscar el mismo la bicicleta con la ayuda de sus amigos, recurrir a una vidente, amenazar a un viejo mendigo con el que ha visto al ladrón, “apretar” al ladrón cuando lo encuentra para que le dé datos de la bicicleta, desesperanzarse cuando el policía, que interviene en su encuentro con el ladrón, le explica que al no haber testigos del robo, no se puede hacer nada. Es esa desesperanza y la impotencia que surge la idea de apoderarse de una bicicleta que nadie parece custodiar. Intenta robarla pero la muchedumbre lo ve y se lanza a atraparlo. Solo los llantos de su hijo consiguen frenarlos e impedir que su padre vaya a la cárcel. Cansados padre e hijo vuelven a casa mientras cae la noche sobre la ciudad de Roma. El acompañamiento de su hijo, la angustia que los une fortalece la relación de ambos aunque desamparados en una búsqueda infructuosa por Roma de su bicicleta nos hace pensar en la importancia del afecto y de los vínculos familiares generacionales frente a la adversidad.


Momentos claves del film


Se podrían distinguir las siguientes etapas en el film:
Obtención del empleo: Antonio Ricci consigue en medio de una situación marcada por el desempleo, la desesperanza y la exclusión social producto de la guerra  trabajo para pegar carteles que promocionen espectáculos cinematográficos.
Robo de la bicicleta: Como es fundamental para desplazarse por Roma pegando carteles una bicicleta, saca la suya de la casa de empeño a cambio de empeñar sus sábanas. En el primer día de trabajo se la roban.
Búsqueda infructuosa de la bicicleta: Persigue al ladrón, hace la denuncia, busca la ayuda de sus compañeros para ir a los mercados en donde se venden cosas robadas y así recuperarla, consulta una vidente, descubre de pronto al ladrón quien se escabulle entre el gentío, persigue al anciano mendigo que estaba con el ladrón hasta sacarle información, busca al ladrón en su barrio pero este finge un ataque y sus vecinos salen en su ayuda, su hijo providencialmente encuentra a un policía quien manifiesta que sin testigos no se puede hacer nada.
Robo de la bicicleta: Ricci decide robar él mismo una bicicleta para poder Trabajar pero al hacerlo es descubierto, perseguido y alcanzado. El niño presencia la escena y acude en ayuda del padre, consiguiendo que no lo arresten.
Vuelta a casa: Mientras se alejan apesadumbrados volviendo a casa, el niño toma a su padre de la mano.



Temas del film


·         El desafío de enfrentar la adversidad y aprovechar las oportunidades: una mínima oportunidad se convierte en un resquicio por el que se puede intentar la salida aún cuando eso implique desprenderse de algunos bienes materiales.
·         La voluntad familiar de acompañarse mutuamente en la adversidad: La decisión de la esposa y del hijo de acompañarle empeñando sus sábanas o en la búsqueda de la bicicleta a los fines de recuperar la oportunidad perdida.
·         La imposibilidad de mantener los valores que definen la propia esencia  frente a la adversidad: la desesperación como una instancia que nos lleva a recurrir a métodos con los que no estaríamos de acuerdo en una situación de confort: videncia, “aprietes”, robo.


Personajes


Ricci: es el arquetipo del obrero desempleado, sumido en la lucha por la supervivencia, que busca afanosamente conseguir un medio para poder asegurar la subsistencia de su familia. Al lograrlo no duda en emplear los más diversos métodos para conseguir recuperar su bicicleta, un elemento fundamental para su trabajo.
El hijo: pequeño alegre que trabaja y acompaña a su padre. Es capaz de reprocharle el maltrato del que es objeto cuando el padre desesperado le pega en la cabeza. Con gran iniciativa es quien busca al policía cuando su padre enfrenta al ladrón y quien intercede frente a los hombres que quieren ponerlo preso cuando intenta robarse la bicicleta.
La esposa: mujer solícita que prepara las viandas necesarias para que padre e hijo lleven a su trabajo, no duda en desprenderse de las sábanas de su ajuar para poder sacar la bicicleta de la casa de empeños. Algo supersticiosa recurre a una vidente para asegurarse de que todo saldrá bien
El amigo: se ofrece a acompañarlo para buscar la bicicleta en lugares donde se venden las cosas robadas. Organiza la búsqueda que resulta infructuosa.


El autor: su ideología y trayectoria artística. Algunas consideraciones sobre la película: circunstancias en la que se ideó y rodó


Vittorio de Sica inicia su filmografía con el film “Los niños nos miran”  en 1942 con lo que a su entender fue su “primer filme de un cierto carácter neorrealista”. En 1946 rodó “El limpiabotas” con actores no profesionales y en 1948 “Ladrón de bicicletas”. Esta película fue galardonada con un Oscar a la mejor película de habla no inglesa antes de que la Academia de Hollywood estableciese esa categoría. Otros de sus films dentro del movimiento neorrealista serían “Milagro en Milán”,” Umberto D.” “Estación Términi”, “El oro de Nápoles” o “El juicio universal”. A partir de la década del 60 abordaría otras temáticas en “Ayer, hoy y mañana” premiada con un Oscar, “Matrimonio a la italiana”, “El jardín de los Finzi-Contini” que también recibió un Oscar y  “Amargo despertar”.
El neorrealismo, movimiento o estilo dentro del que se encuadra la película aquí analizada no es en las palabras del propio Vittorio de Sica  “ni siquiera un estilo, porque el neorrealismo no fue creado en torno a una mesa o en medio de una discusión. Nació en nosotros, en nuestro ánimo, en la necesidad de expresarnos de forma diversa a como nos habían obligado el fascismo y un cierto tipo de cine norteamericano. Así, de esta rebelión, digamos, nació Sciuscià, y poco después hice Ladrón de bicicletas, con lo que el neorrealismo se convirtió en algo definitivo, válido en el terreno de la expresión cinematográfica o en el del arte, naciendo una forma de espectáculo que sería posteriormente muy apreciada y que acabaría imponiéndose en todo el mundo” [1]. Es presentado como un cine austero producto de las condiciones en las que debían trabajar los cineastas en la Italia e la posguerra  y del propósito de mostrar las cosas como eran. Así se buscaba un estilo directo de mostrar los dramas que se pretendían mostrar.

Análisis de los hechos históricos recogidos en la película, su significatividad y sus consecuencias
El invierno de 1944-1945,  posterior a la guerra, estuvo marcado por las grandes penalidades que debió soportar la población italiana sin empleo y sin posibilidades de adquirir los bienes mínimos para la subsistencia debido a los precios que habían alcanzado  los artículos de primera necesidad. La paralización de la actividad industrial, el desempleo masivo y la elevadísima inflación frustraban los esfuerzos del gobierno encaminados a la rehabilitación de la economía del país. De ese entorno abrumador Vittorio de Sicca recorta la desesperación de los hombres italianos por conseguir trabajo, la carencia de éste y las múltiples estrategias que utilizan para obtener lo que necesitan desde empeñar sus cosas, a recurrir a la fe ciega en impostores que arguyen poderes de videncia, hasta el empeño de cosas necesarias para llevar una vida digna. En este sentido se puede decir que la información que se aporta de los hechos históricos es la propia de la voluntad fundacional del Neorrealismo Italiano: la voluntad de mostrar a la manera de un diagnóstico veraz, efectivo, despojado de recursos cinematográficos, honesto de la realidad social inmediata, del mundo cotidiano y humilde en que se desarrollaban, vivían y subsistían tantas víctimas de la guerra.


Idea central que el film pretende transmitir

Frente a la adversidad y la lucha por la sobrevivencia el ser humano se ve confrontado con sus valores de vida y con la necesidad de dilucidar hasta qué punto puede aferrarse a ellos. Es en ese ir y venir entre el deber ser y la necesidad de subsistencia que se articula el drama humano de esta película que involucra la vida de la familia toda. La voluntad familiar de acompañarse mutuamente en la adversidad: La decisión de la esposa y del hijo de acompañarle empeñando sus sábanas o en la búsqueda de la bicicleta a los fines de recuperar la oportunidad perdida.


Los elementos técnicos  y la representación de la idea central


La línea narrativa de Ladrón de bicicletas es lineal. La fotografía en blanco y negro parecería incrementar la tristeza de los escenarios de la posguerra y de los habitantes romanos. La abundancia de planos medios y enteros nos permiten circunscribir la acción a unos personajes que transitan por una ciudad concebida como espacio del infortunio. Así abunda la filmación en exteriores naturales y en las mismas calles de Roma. Aún en esa voluntad de mostrar lo que se pone en frente del objetivo tal cual es, hay algunos recursos de estilo que dan cuenta de la maestría de Vittorio de Sica: es abrumador el plano general que nos muestra al empleado de la casa de empeño trepando por innumerables estanterías hasta poder situar entre miles y miles de atados de ropa las sábanas del protagonista. Es esta una manera eficaz de enfrentarnos con la magnitud de la necesidad producto de la segunda guerra mundial en Italia.
Los diálogos en su simplicidad nos llevan a ponernos en contacto con el desamparo y la desesperanza de los protagonistas.



Influencias de la película y vinculación con los contenidos de estudio


La película nos pone en contacto con las modificaciones de las concepciones del arte cinematográfico según las condiciones históricas, sociales y políticas en las que se enmarca. En este sentido y pensando en los contenidos estudiados, sería posible decir que el neorrealismo es una búsqueda sustentada en el carácter de huella de una realidad que asume la imagen.
Impacta el tratamiento humano y sencillo del hombre en situación de crisis y nos lleva a pensar en la fragilidad de aquellos que defendemos como los valores personales frente a la lucha por la supervivencia.



s.m.v.v.


[1] Entrevista a Vittorio de Sica por Antonio García Rayo.

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