Encontrarás aquí reflexiones, trabajos de análisis, noticias, entre otras cosas... pero sobre todo te encontrarás con una mirada sobre lo que acontece en mi entorno y con trabajos producto de largas noches de estudio insomne
sábado, 10 de mayo de 2014
Estaba buscando música de "Las Taradas" me encontré esto... quedé horrorizada... me quedé pensando en el desparpajo de ese público en la legislatura porteña... pensando en los reiterados pedidos de anoche del conductor de la ceremonia de la entrega de los San Fernando para que los padres lograran que los niños no se sentaran al borde del escenario, para que despejaran la pista, para que no treparan por las escaleras... Recordé las justificaciones acerca de los comportamientos que tenemos que oír quienes trabajamos con niños y jóvenes de parte de familias... Reflexioné en la pérdida de valor del compromiso y el trabajo cotidiano comprobados frente a los dichos de cualquiera...
Los niños, jóvenes son desde que yo recuerdo "educables", el público es "educable" y el respeto al trabajo del otro desde que tengo uso de razón y según lo que mis padres me enseñaron es el respeto. Y las normas si son justas y no atentan contra el otro y su integridad normas son. Después nos rasgaremos las vestiduras y ya será demasiado tarde...
Ser democrático no tiene nada que ver con tolerar cualquier cosa. Si no vamos pensando en esto... la "solidaridad" entendida en términos de tejido social no podrá reconstituirse. Ninguna sociedad sobrevive sin normas justas, sin el respeto a las mismas... en la anomia total...
En una Roma marcada
por el desempleo, por la proliferación de bandidos que aprovechaban cualquier
circunstancia para quedarse con lo ajeno y de casas de empeño dispuestas a
sacar el máximo provecho de la trágica situación de los demás Ricci logra
conseguir un trabajo en el que debe pegar carteles; pero para el que debe
necesariamente contar con una bicicleta. Él la ha empeñado y para recuperarla
su mujer recurre a otro empeño: el de sus sábanas. Son angustiantes las pilas y
pilas de sábanas entre las que van a parar las de Ricci quien, al igual que su
esposa, no duda en sacrificar “el lujo” de dormir en una cama como Dios manda
por asegurar el bienestar de su familia con un trabajo digno. Recupera su
bicicleta y parte con su pequeño hijo al nuevo trabajo no sin antes dejar a éste
en la gasolinera en la que es empleado. Pero la suerte de Ricci se verá
alterada porque el primer día le roban la bicicleta mientras pega un cartel
cinematográfico de una película que tiene como protagonista a Rita Hayworth,
actriz emblemática y símbolo sexual de
la década del 40, época dorada del cine de Estados Unidos.
¿Cómo reacciona un
hombre ante la sustracción de aquellos bienes esenciales que le aseguran la
obtención del dinero necesario para satisfacer sus necesidades básicas? Ese
parecería ser el problema que nos plantea el director. De la persecución
desesperada del ladrón a la decisión final de robar él mismo una bicicleta, Ricci
pasa por confiar en la ley y hacer la denuncia,
buscar el mismo la bicicleta con la ayuda de sus amigos, recurrir a una
vidente, amenazar a un viejo mendigo con el que ha visto al ladrón, “apretar”
al ladrón cuando lo encuentra para que le dé datos de la bicicleta,
desesperanzarse cuando el policía, que interviene en su encuentro con el ladrón,
le explica que al no haber testigos del robo, no se puede hacer nada. Es esa
desesperanza y la impotencia que surge la idea de apoderarse de una bicicleta
que nadie parece custodiar. Intenta robarla pero la muchedumbre lo ve y se
lanza a atraparlo. Solo los llantos de su hijo consiguen frenarlos e impedir
que su padre vaya a la cárcel. Cansados padre e hijo vuelven a casa mientras
cae la noche sobre la ciudad de Roma. El acompañamiento de su hijo, la angustia
que los une fortalece la relación de ambos aunque desamparados en una búsqueda
infructuosa por Roma de su bicicleta nos hace pensar en la importancia del
afecto y de los vínculos familiares generacionales frente a la adversidad.
Momentos claves del film
Se podrían distinguir
las siguientes etapas en el film:
Obtención del empleo:Antonio Ricci consigue en medio de una
situación marcada por el desempleo, la desesperanza y la exclusión social
producto de la guerra trabajo para pegar
carteles que promocionen espectáculos cinematográficos.
Robo de la bicicleta: Como
es fundamental para desplazarse por Roma pegando carteles una bicicleta, saca
la suya de la casa de empeño a cambio de empeñar sus sábanas. En el primer día
de trabajo se la roban.
Búsqueda infructuosa de la bicicleta:Persigue al ladrón, hace la denuncia, busca
la ayuda de sus compañeros para ir a los mercados en donde se venden cosas
robadas y así recuperarla, consulta una vidente, descubre de pronto al ladrón
quien se escabulle entre el gentío, persigue al anciano mendigo que estaba con
el ladrón hasta sacarle información, busca al ladrón en su barrio pero este
finge un ataque y sus vecinos salen en su ayuda, su hijo providencialmente
encuentra a un policía quien manifiesta que sin testigos no se puede hacer
nada.
Robo de la bicicleta:Ricci decide robar él mismo una bicicleta
para poder Trabajar pero al hacerlo es descubierto, perseguido y alcanzado. El
niño presencia la escena y acude en ayuda del padre, consiguiendo que no lo
arresten.
Vuelta a casa: Mientras se alejan apesadumbrados
volviendo a casa, el niño toma a su padre de la mano.
Temas del film
·El
desafío de enfrentar la adversidad y aprovechar las oportunidades:
una mínima oportunidad se convierte en un resquicio por el que se puede
intentar la salida aún cuando eso implique desprenderse de algunos bienes
materiales.
·La
voluntad familiar de acompañarse mutuamente en la adversidad:
La decisión de la esposa y del hijo de acompañarle empeñando sus sábanas o en
la búsqueda de la bicicleta a los fines de recuperar la oportunidad perdida.
·La
imposibilidad de mantener los valores que definen la propia esencia frente a la adversidad:
la desesperación como una instancia que nos lleva a recurrir a métodos con los
que no estaríamos de acuerdo en una situación de confort: videncia, “aprietes”,
robo.
Personajes
Ricci: es el arquetipo
del obrero desempleado, sumido en la lucha por la supervivencia, que busca
afanosamente conseguir un medio para poder asegurar la subsistencia de su
familia. Al lograrlo no duda en emplear los más diversos métodos para conseguir
recuperar su bicicleta, un elemento fundamental para su trabajo.
El hijo: pequeño alegre
que trabaja y acompaña a su padre. Es capaz de reprocharle el maltrato del que
es objeto cuando el padre desesperado le pega en la cabeza. Con gran iniciativa
es quien busca al policía cuando su padre enfrenta al ladrón y quien intercede
frente a los hombres que quieren ponerlo preso cuando intenta robarse la
bicicleta.
La esposa: mujer solícita
que prepara las viandas necesarias para que padre e hijo lleven a su trabajo,
no duda en desprenderse de las sábanas de su ajuar para poder sacar la
bicicleta de la casa de empeños. Algo supersticiosa recurre a una vidente para
asegurarse de que todo saldrá bien
El amigo: se ofrece a
acompañarlo para buscar la bicicleta en lugares donde se venden las cosas
robadas. Organiza la búsqueda que resulta infructuosa.
El autor: su ideología y trayectoria artística. Algunas
consideraciones sobre la película: circunstancias en la que se ideó y rodó
Vittorio de Sica inicia su filmografía con el film “Los
niños nos miran” en 1942 con lo que a su
entender fue su “primer filme de un cierto carácter neorrealista”. En 1946 rodó
“El limpiabotas” con actores no profesionales y en 1948 “Ladrón de bicicletas”.
Esta película fue galardonada con un Oscar a la mejor película de habla no
inglesa antes de que la Academia de Hollywood estableciese esa categoría. Otros
de sus films dentro del movimiento neorrealista serían “Milagro en Milán”,”
Umberto D.” “Estación Términi”, “El oro de Nápoles” o “El juicio universal”. A
partir de la década del 60 abordaría otras temáticas en “Ayer, hoy y mañana”
premiada con un Oscar, “Matrimonio a la italiana”, “El jardín de los
Finzi-Contini” que también recibió un Oscar y
“Amargo despertar”.
El neorrealismo,
movimiento o estilo dentro del que se encuadra la película aquí analizada no es
en las palabras del propio Vittorio de Sica
“ni siquiera un estilo, porque el neorrealismo no fue creado en torno a
una mesa o en medio de una discusión. Nació en nosotros, en nuestro ánimo, en
la necesidad de expresarnos de forma diversa a como nos habían obligado el
fascismo y un cierto tipo de cine norteamericano. Así, de esta rebelión,
digamos, nació Sciuscià, y poco después hice Ladrón de bicicletas, con lo que
el neorrealismo se convirtió en algo definitivo, válido en el terreno de la
expresión cinematográfica o en el del arte, naciendo una forma de espectáculo
que sería posteriormente muy apreciada y que acabaría imponiéndose en todo el
mundo” [1].
Es presentado como un cine austero producto de las condiciones en las que
debían trabajar los cineastas en la Italia e la posguerra y del propósito de mostrar las cosas como eran.
Así se buscaba un estilo directo de mostrar los dramas que se pretendían
mostrar.
Análisis de los hechos históricos recogidos en la
película, su significatividad y sus consecuencias
El invierno de 1944-1945,
posterior a la guerra, estuvo marcado por las grandes penalidades que
debió soportar la población italiana sin empleo y sin posibilidades de adquirir
los bienes mínimos para la subsistencia debido a los precios que habían
alcanzado los artículos de primera
necesidad. La paralización de la actividad industrial, el desempleo masivo y la
elevadísima inflación frustraban los esfuerzos del gobierno encaminados a la
rehabilitación de la economía del país. De ese entorno abrumador Vittorio de
Sicca recorta la desesperación de los hombres italianos por conseguir trabajo,
la carencia de éste y las múltiples estrategias que utilizan para obtener lo
que necesitan desde empeñar sus cosas, a recurrir a la fe ciega en impostores
que arguyen poderes de videncia, hasta el empeño de cosas necesarias para
llevar una vida digna. En este sentido se puede decir que la información que se
aporta de los hechos históricos es la propia de la voluntad fundacional del
Neorrealismo Italiano: la voluntad de mostrar a la manera de un diagnóstico
veraz, efectivo, despojado de recursos cinematográficos, honesto de la realidad
social inmediata, del mundo cotidiano y humilde en que se desarrollaban, vivían
y subsistían tantas víctimas de la guerra.
Idea central que
el film pretende transmitir
Frente a la
adversidad y la lucha por la sobrevivencia el ser humano se ve confrontado con
sus valores de vida y con la necesidad de dilucidar hasta qué punto puede
aferrarse a ellos. Es en ese ir y venir entre el deber ser y la necesidad de
subsistencia que se articula el drama humano de esta película que involucra la
vida de la familia toda. La voluntad familiar de acompañarse mutuamente en la
adversidad: La decisión de la esposa y del hijo de acompañarle empeñando sus
sábanas o en la búsqueda de la bicicleta a los fines de recuperar la
oportunidad perdida.
Los elementos
técnicos y la representación de la idea
central
La línea narrativa de
Ladrón de bicicletas es lineal.
La fotografía en blanco y negro parecería incrementar la tristeza de los
escenarios de la posguerra y de los habitantes romanos. La abundancia de planos
medios y enteros nos permiten circunscribir la acción a unos personajes que
transitan por una ciudad concebida como espacio del infortunio. Así abunda la filmación
en exteriores naturales y en las mismas calles de Roma. Aún en esa voluntad de
mostrar lo que se pone en frente del objetivo tal cual es, hay algunos recursos
de estilo que dan cuenta de la maestría de Vittorio de Sica: es abrumador el
plano general que nos muestra al empleado de la casa de empeño trepando por
innumerables estanterías hasta poder situar entre miles y miles de atados de
ropa las sábanas del protagonista. Es esta una manera eficaz de enfrentarnos
con la magnitud de la necesidad producto de la segunda guerra mundial en
Italia.
Los diálogos en su
simplicidad nos llevan a ponernos en contacto con el desamparo y la desesperanza
de los protagonistas.
Influencias de la película y
vinculación con los contenidos de estudio
La película nos pone
en contacto con las modificaciones de las concepciones del arte cinematográfico
según las condiciones históricas, sociales y políticas en las que se enmarca.
En este sentido y pensando en los contenidos estudiados, sería posible decir que
el neorrealismo es una búsqueda sustentada en el carácter de huella de una
realidad que asume la imagen.
Impacta el
tratamiento humano y sencillo del hombre en situación de crisis y nos lleva a
pensar en la fragilidad de aquellos que defendemos como los valores personales
frente a la lucha por la supervivencia.
s.m.v.v.
[1]Entrevista a Vittorio de Sica por Antonio García
Rayo.
La enfermera Alma es notificada
por la doctora sobre su trabajo como acompañante de la actriz Elizabeth Vogler,
quien ha quedado muda en medio de una representación teatral de “Electra”. El
encuentro entre Alma y Elizabeth se inicia con una breve presentación en la que
la enfermera se describe. Elizabeth escucha sin proferir palabra y en el
acercamiento corporal rehuye la mirada. Luego del primer contacto es
interceptada por la doctora para intercambiar impresiones acerca de cómo va
todo con la paciente. Alma le informa de sus dudas acerca de su posibilidad de
desempeñar bien la tarea que se le ha pedido debido a su inexperiencia.
Alma enciende la
radio en la habitación de la paciente. Elizabeth escucha la transmisión de un
radioteatro, ríe y apaga la radio. Esto impulsa a Alma a tratar de interpretar
la actitud de la paciente y a hablar acerca de lo que considera que es el arte
y de su importancia especialmente “para la gente que tiene problemas”. Luego
ella enciende nuevamente la radio y busca una estación que transmita música y
se retira. La escena concluye con un primer plano del rostro de Elizabeth
acostada y el oscurecimiento progresivo de la iluminación al ritmo de la música.
Alma en su habitación se acuesta y apaga la
luz que enciende inmediatamente para ponerse crema mientras pronuncia un
monólogo en el que expresa lo que va a hacer con su vida y cómo se siente
respecto de eso. Ya nuevamente con la luz apagada se pregunta acerca de lo que
realmente le ocurre a Elizabeth quien en su habitación observa un informativo
sobre la guerra de Vietnam. Su angustia es notable.
En
los días posteriores, Elizabeth recibe una carta de su esposo con una
fotografía de su hijo. Alma se la lee, pero Elizabeth destruye la carta y rasga
la foto.
Luego
de algunos días la doctora le informa a Elizabeth que debido a su situación pasará
un tiempo con su enfermera en su casa de la playa. La doctora mediante un
monólogo expone su diagnóstico.
Elizabeth
y Alma en la casa de la playa disfrutan de la vida campestre: caminan, recogen
y seleccionan hongos, toman sol y leen.
Alma
y Elizabeth están en la casa mientras llueve. El encierro a causa de la lluvia
y el mutismo de Elizabeth generan las condiciones para que Alma vaya poco a
poco, expresando sus pensamientos más profundos sobre su concepciones acerca de
la vida, sus relaciones e inclusive le revela a Elizabeth un episodio sobre un
encuentro erótico en una playa que culmina en un embarazo no deseado,
interrumpido luego por un aborto. Mientras habla, Alma descubre que hay una
distancia entre sus ideales y sus acciones. Este proceso de confesión termina cuando
Alma expresa que “se parecen”, que “son iguales”. Es en este momento que se
puede comenzar a pensar que de la aparente comunión entre ambas se ha pasado a
un fuerte proceso por el cual Alma se identifica con Elizabeth quien mediante
el silencio y la escucha ha logrado el control y ha absorbido a la otra persona
sin siquiera proferir palabras. Alma se duerme sobre la mesa y cree escuchar la
voz de Elizabeth que le indica que se vaya a dormir. Se despierta sobresaltada.
Se va a acostar. Sueña que Elizabeth va a su cuarto, también que se mira junto
a ella en un espejo aparentemente comparándose.
Al día siguiente Alma
recoge caracoles en la playa mientras Elizabeth toma fotografías. Alma le
pregunta si le habló y si fue la noche anterior a su cuarto. Pero ella le
responde que no.
Elizabeth escribe
cartas a máquina para su familia y doctora. Alma las llevará en auto al correo.
Ya en el auto Alma se tienta al ver el sobre de una de las misivas abierto y se
detiene para leerla. Allí se entera de que Elizabeth la tomó como un objeto de
observación. Ya de regreso en la casa Alma sale al patio a tomar sol y se le rompe un vaso de vidrio en
el porche. Recoge los vidrios aunque deja uno al ver que Elizabeth va a salir.
Ésta pasa al lado del trozo de vidrio una y otra vez hasta que finalmente se
corta. Alma observa a Elizabeth y se siente como en una escena tragicómica,
como en medio de una representación en la que ambas interpretan sus roles y
toma distancia física de Elizabeth.
Alma toma cierta
distancia de Elizabeth pero esta con cierto desasosiego la busca hasta
encontrarla en la playa. Ambas se dedican a leer. Alma intenta iniciar una
conversación pero Elizabeth se mantiene callada. Entonces en medio de una
actitud tensa Alma le pide que le hable aunque sea de cualquier cosa. Su enfado
va creciendo, le reprocha que ha sido usada y le confiesa que ha leído la carta
que le envió a la doctora. Toma a Elizabeth del brazo. Ambas forcejean, se
golpean pero Elizabeth no habla sino hasta que Alma amenaza tirarle agua
hirviente de un caldero. Elizabeth grita: “no, quieta”. Alma sonríe, se
desequilibra, llora. Esto provoca la risa de Elizabeth. Alma sigue hablando y
establece en ese monólogo las diferencias que existen entre ambas. Luego de
calmar su angustia, Alma se acerca a Elizabeth quien le ofrece un té. Alma
continúa con la agresión verbal, su enojo. Elizabeth sale a la playa y Alma la
persigue. Su actitud oscila desde la agresión verbal al pedido de perdón y
culmina con la desesperación y humillación al no lograr un acercamiento con
Elizabeth quien permanece muda. Alma se queda en la playa y Elizabeth vuelve a
la casa.
Elizabeth en su
habitación toma un libro y encuentra dentro de él una fotografía de la segunda
guerra mundial. La apoya en la lámpara y mira cada detalle de ella. Mientras
tanto Alma está durmiendo y tiene una pesadilla. Es una noche de tormenta.
Finalmente se despierta y enciende la radio. El fragmento del contenido de
programa que podemos oír alude a la situación que ellas están viviendo: “No
hablamos, no escuchamos, no entendemos”. De pronto se escucha la voz del esposo
de Elizabeth que la llama. Alma se dirige al cuarto de Elizabeth, la observa
dormida y sale al encuentro del hombre quien la confunde con Elizabeth a pesar
de que Alma insiste en hacerle notar que no lo es. Elizabeth entra en la escena
y toma la mano de Alma y la lleva hacia el rostro del hombre para acariciarlo.
Alma se comporta como si fuera Elizabeth y conversan mientras tienen un
acercamiento amoroso ya en el interior de la casa. Alma interpreta el rol de
una esposa amante y madre preocupada; pero el encuentro concluye con su
desesperación diciéndole: “estoy fría, podrida, indiferente. Todo son mentiras
e imitaciones, todo”.
Elizabeth está
sentada a la mesa y cubre con sus manos la fotografía rota de su hijo. Entra
Alma y le pregunta si quiere hablar de eso. Como Elizabeth se niega, ella le
relata lo que pasó. El monólogo con la interpretación de Alma se repite dos
veces cambiando el punto de vista. Pero la segunda vez concluye con un primer
plano de Alma en el que por sobreimposición se logra una imagen de mujer que
fusiona las mitades mientras Alma niega ser Elizabeth Vogler.
Alma
nuevamente con su uniforme de enfermera enfrenta a Elizabeth. Alma le dice que
ha aprendido mucho, que no será nunca como Elizabeth, que ella cambia todo el
tiempo y que Elizabeth puede hacer lo que quiera porque eso no la afectará. Alma
tiene una crisis y golpea con sus manos la mesa mientras Elizabeth la mira
impasible. Alma se calma y dice: “hablar no sirve de nada”. Alma daña su brazo
y Elizabeth bebe de su sangre. Mientras lo hace Alma la toma de los cabellos.
Elizabeth forcejea pero Alma la mantiene pegada a su brazo. Elizabeth se suelta
y Alma la cachetea.
Alma
sueña que ingresa a la habitación de Elizabeth en el hospital, se acerca y la
ayuda a incorporarse. Ella coloca la cabeza de Elizabeth sobre su hombro y le
pide a Elizabeth que escuche y repita después de ella: “nada”. Ella lo hace. El
sueño finaliza con la imagen de ambas comparándose frente al espejo.
Alma se despierta
bruscamente, se levanta y por la ventana
ve a Elizabeth quien está preparando la valija. Alma vestida de enfermera
acomoda almohadones y los sillones del
jardín. Al finalizar con esa tarea se pone
un abrigo, mientras se mira en el espejo y ve en él la imagen de sus
sueños de ambas comparándose. Se coloca el sombrero y sale de la casa con
su maleta. Sube al colectivo que pasa y
se va con ella.
Momentos claves del film Tema central
Se podrían distinguir
las siguientes etapas en el film:
·Prólogo
o Introducción: El film se inicia con una serie de
imágenes inconexas que parecen no tener mucho sentido pero que podrán
reinterpretarse durante el desarrollo del mismo: un foco que se utilizaba para
los proyectores, un proyector, un pene erecto, dibujos animados, un primer
plano de manos moviéndose. Entre estas imágenes se intercalan planos de un
proyector de películas y se escucha constantemente el sonido del mismo. Luego continúa una serie de tomas: una escena
de cine mudo, una araña, el sacrificio
de un cordero, un primer plano de una mano que está siendo clavada en una cruz.
En el plano sonoro se escucha un fragmento musical que acompaña a las imágenes
desde la aparición de la araña hasta la última toma de este segmento. Estas
imágenes son seguidas por una serie de tomas de un bosque y exteriores de un
edificio acompañadas de sonidos de campanas. Luego aparecen primeros planos de
rostros, manos y pies de personas ancianas fallecidas sobre camillas. En el
plano sonoro se escucha el deambular de una enfermera que taconea, sonidos de
instrumental quirúrgico, una gota de agua. Un timbre telefónico insistente
despierta a un joven que está en una de las camillas. Él se incorpora, se
acuesta, intenta taparse, vuelve a incorporarse
y mira alrededor. Toma un libro y se pone a leer. Luego mira hacia la
cámara. Toca la llamada “cuarta pared”. Un contraplano nos muestra que sobre
esa pared invisible el niño acaricia la imagen de un rostro de mujer y, por
sobreimpresión, luego de otra. Rostros que después descubriremos pertenecen
a las protagonistas de la historia.
·Presentación:
presentación de imágenes en primer plano del joven y primeros planos de las
protagonistas y de objetos (que se verán luego en el film) intercalados con los
títulos.
·La
historia y sus momentos claves: La actriz Elizabeth Vogler
queda muda durante una representación teatral y se recluye en una clínica. Allí es puesta al
cuidado de Alma. Su psiquiatra después del diagnóstico sugiere que se vaya con
su enfermera unos días a la casa de la playa puesto que no hay razones para
mantenerla internada. La soledad del lugar, el contacto entre ambas
protagonistas y el mutismo de Elizabeth crean las condiciones para que Alma
abra su corazón y le cuente a su paciente acerca de su vida. En este monólogo revisa
lo que cree de sí misma e inicia un proceso de identificación progresivo con
Elizabeth. Alma al leer la correspondencia de su paciente descubre que todas
sus revelaciones a Elizabeth sólo han sido tomadas como un objeto de estudio y
observación al igual que ella. Alma comienza a renegar de su parecido con
Elizabeth, se generan entre ambas protagonistas situaciones de tensión y
violencia física pero sobretodo mental que llegan a crear suspenso y angustia
en el espectador. Elizabeth prepara la maleta y Alma ya de nuevo en su rol de
enfermera deja la casa de la playa. Elizabeth se queda encerrada en su mutismo.
Alma vuelve a su vida cotidiana.
·Epílogo:
Se presenta una escena en la que se observa claramente que el relato anterior
es producto de una creación cinematográfica: dos operadores de cámara filmando
a Elizabeth en la posición de las mujeres muertas en las primeras escenas y con
los ojos abiertos, el niño del inicio de la película explorando la imagen
borrosa de la mujer, los carretes del proyector, el rollo de película pasando,
la luz intensa y un primer plano del foco de carbón antes de que la pantalla
quede completamente a oscuras.
Temas del film
El tema
central de la película es la construcción
de la identidad; es decir, la esencia misma de lo que uno es. Así nos
encontramos por un lado con Elizabeth, una actriz exitosa, quien no puede continuar actuando ni
representando los papeles que se le exigen en las obras teatrales porque
problematiza la autenticidad de lo que hace y parecería no encontrarle sentido
a su profesión ni tampoco a su vida personal, por lo que se recluye en un
silencio que la aleja del afecto de su marido y su hijo. Por otro lado Alma, la
enfermera, en el encuentro con Elizabeth pierde su propia identidad, se
mimetiza con ella y se cree parecida a ella. Esa simbiosis progresiva es
posible por las condiciones de la relación (el aislamiento espacial al estar
solas en la casa de la playa) y por el mutismo de Elizabeth que le permite a
Alma expresar sus sentimientos e ir encontrando mediante la catarsis dentro de
sí aspectos que permanecían ocultos detrás de una vida organizada en torno de
un amor, sus expectativas respecto de este y su profesión. El carácter
simbiótico de la relación que ambas establecen llega al máximo en las escenas
oníricas de Alma en las que parece mirarse en un espejo con Elizabeth y
confundirse con ella, y en las que Elizabeth bebe de la sangre de Alma; en la
confesión de Alma quien le comenta a Elizabeth que siente que son parecidas; en
el intercambio de roles frente al esposo de Elizabeth quien admite el tipo de
relación simbiótica que ambas protagonistas han creado, relación en la que se
han vuelto una; y en la sobreimpresión que conforma una imagen con la mitad de
los rostros de ambas mientras Alma niega desesperada ser Elizabeth Vogler y
afirma ser la “hermana Alma”. Se puede decir que en el devenir de la historia
ambas protagonistas muestran el esfuerzo que realiza una persona para construir,
conocer y reconocerse en el marco de la propia identidad. Respecto del cine de
Bergman en relación con el problema de la construcción de la identidad se ha
dicho que se puede observar en los personajes de este director una constante: “en
el devenir de la historia ellos se
repiensan, reflexionan sobre su alma, su conciencia. En este proceso se
involucra activamente al espectador”. Por otra parte en su libro “Miradas al
Cine” José de la Colina cita a Ingmar Bergman quien sostiene respecto del
título de esta película: “hay una
palabra que siempre me había obsesionado y que me vino al pensamiento: persona
el vocablo latino con que se designaban las máscaras detrás de las cuales, en
la antigüedad, los actores ocultaban el rostro (…) Yo estaba encantado: mi film
llevaría ese título curioso ‘Persona’, palabra cuyo primer sentido fue
extremadamente alterado, porque de significar máscara, pasó a designar al que
se oculta tras ella”.
La historia también plantea como tema una mirada sobre las relaciones humanas: el amor, la
maternidad negada, y la profesionalidad. Así Elizabeth manifiesta un vacío
afectivo respecto de su esposo e hijo. Vacío que tiene sus raíces en su
imposibilidad de sentirse auténtica, parecería existir una tensión entre lo que
siente y el “deber ser” pautados socialmente para una mujer, esposa y madre.
Esto nos permitiría entender por qué destruye la carta que recibe, por qué
rasga la foto, sus expresiones frente a lo que Alma manifiesta en el encuentro
amoroso con su esposo en el que es
reemplazada por Alma en la casa de la
playa y por qué se recluye en un silencio que la aleja de quienes la aman. La
actitud de Elizabeth surge como resultado de su escepticismo acerca de sus
acciones y es un intento de aislarse de la agresividad del mundo exterior. Alma,
por otra parte, quien al inicio se
presenta como segura respecto de su profesión y los planes para su vida, como si fuesen algo
del orden de lo “natural” y no una
elección, se replantea luego de su encuentro con Elizabeth la
autenticidad de su relación amorosa cuando admite que ellos “no encajan”. Pero
además en este proceso de simbiosis ve vulnerada su capacidad de sostener un
comportamiento humanitario respecto de su paciente. Alma no sólo es “absorbida”
por la personalidad de Elizabeth, sino que también le atribuye a ésta
sentimientos propios. De esta manera cree que el silencio de Elizabeth se corresponde
con una escucha guiada por el afecto, cuando en realidad posteriormente
descubrirá que es un objeto de estudio tal como la actriz le revela a su
psiquiatra en la carta. Es este descubrimiento lo que le permite desandar el
camino, parecería comprender los sentimientos reales de Elizabeth frente a la
vida, a sus afectos y a ella. Esto, después de encuentros de suspenso y de
tensión entre ambas, permitiría que se re-posicione como enfermera de Elizabeth
y rompería la aparente comunión. Reposicionamiento que se ve reforzado cuando Alma
reaparece en la casa de la playa ataviada como estaba en el hospital y en tanto
niega ser Elizabeth Vogler. Es en este movimiento donde se observa la distancia
entre ambas protagonistas: Elizabeth queda sumida en su silencio en tanto Alma
puede recuperarse de esos instantes en los que el ser humano se siente perdido,
vacío, otro, para volver a ser ella
misma en conexión con su profesión y sus planes de vida al retornar al “mundo
cotidiano”.
Otro tema que no se puede
dejar de lado es que esta película parecería involucrar una cierta reflexión acerca del cine como arte
y sus vinculaciones con otras producciones estéticas, y del arte mismo.
En primer lugar este film se inicia con un foco y un proyector cuyo
sonido acompaña una sucesión de imágenes que servirán como clave de
interpretación y algunas de las cuales pertenecerían a películas anteriores.
Esto nos llevaría a pensar que Bergman al realizar esta cita intertextual
posiciona al film dentro de la historia del cine y advierte al espectador del carácter ficcional
de lo que a continuación verá. Este último aspecto se refuerza mediante la
inclusión hacia el final del film de la imagen de los dos camarógrafos que
toman a Elizabeth despierta sobre una camilla en una postura semejante a la de
los cadáveres mostrados al inicio de la película. Por otra parte la película se
cierra con la imagen de un proyector que se detiene, se apaga la luz y la
pantalla queda a oscuras.
Además no puede pasar desapercibido que el despertar del niño en la
camilla es sucedido por una escena en la que él lee un libro. Lectura que
abandona cuando parece percibir una “cuarta pared” transparente situada delante
de él. Uno se pregunta si esta escena podría indicar la aparente fascinación
que ejerce el cine frente a la literatura, porque el niño deja el libro y se acerca a la
pared, la mira, “nos mira” en tanto mira el objetivo de la cámara. También
acaricia esa pared. Un plano del niño tomado de espaldas nos permite observar
que él explora sobre esa pared trasparente un rostro desdibujado de dos mujeres
que por sobreimpresión se confunden la una con la otra. Eso podría implicar que
a través del cine los espectadores se asoman a otros mundos imaginados; pero
que el cine también “nos mira” y, además, que nosotros podríamos por extensión
llegar a ser como cualquiera de las dos protagonistas.
Por otra parte el director retoma el discurso televisivo sobre la guerra
de Vietnam y una fotografía de la segunda guerra dentro del film lo cual daría cuenta
de cómo los medios mediante la información también pueden construir realidades
en las que se recrea el drama humano y del impacto que eso produce en los receptores.
El papel de la fotografía y la televisión estarían en el marco de esta película
vinculadas al carácter referencial de la imagen
por contraposición a la imagen que se daría de la radio mediante la
inclusión de dos audiciones: una expresión artística (radioteatro) y un fragmento de reflexión filosófica
vinculada con la temática de la película. Además se alude a través de las
apreciaciones de Alma al carácter “catártico” del arte para el espectador y se
contrapone ese carácter a lo que experimenta Elizabeth quien al realizar su representación de Electra y al
escuchar el fragmento del radioteatro ríe mostrando que no cree en la
autenticidad de la representación artística. Uno podría preguntarse por qué el
conflicto interior se define durante la interpretación de esta obra y no de
otra. Frente a esto se podría pensar que la referencia a Electra daría cuenta por un lado la aproximación de ésta al
mundo de los muertos ya que organiza su
vida en torno de la ira y el deseo de venganza,
y Elizabeth se siente muerta, aislada, vacía. Pero por otro lado uno
podría interpretar que en tanto Electra manifiesta un odio hacia su madre esta
idea se podría relacionar con el rechazo que la protagonista tiene de su propia
maternidad.
Finalmente este film también
induce a la reflexión sobre el carácter
predador del ser humano en tanto constituye una mirada a la propia
capacidad de autodestrucción puesta de manifiesto en el siglo XX.
Autodestrucción que horroriza y anula… que aniquila no solo corporal sino
también psicológicamente.
Personajes
El film se caracteriza por la economía de personajes. Ellos son:
·Alma: es una bella
enfermera de veinticinco años que ha tenido excelentes calificaciones durante
su formación pero a la que su novio le recrimina que es desordenada, un poco
ociosa. Asiste a funciones de teatro y cine. Aunque manifiesta no conocer mucho
de ambos, cree que el arte es catártico y entiende que los artistas tienen una
importante función social. Esta visión cambiará paulatinamente a partir del
modo en que va relacionándose con Elizabeth. Practica patinaje sobre hielo. Su
madre era enfermera antes de casarse. Sus padres viven en una granja. Es la
hermana menor y tiene siete hermanos varones. Es idealista y admira a las
enfermeras que han dedicado su vida a su profesión. Tuvo una relación con un
hombre casado que no prosperó y ahora es novia de un médico. Durante unas
vacaciones que pasa con él, se queda en la playa sola y vive un episodio erótico
con otra mujer y dos adolescentes que las observaban tomando sol. Como
consecuencia queda embarazada y dado que no querían tener niños con su pareja,
se -deciden a abortar. Manifiesta admiración por Elizabeth y su valentía para
sostener su silencio aunque cree que no podrá ayudar a la paciente debido a su
inexperiencia. Luego el contacto con ella y el silencio la llevan a relatarle
su experiencia de vida y a identificarse con la actriz. Está feliz porque es la
primera vez que se siente escuchada y en cierto sentido piensa en Elizabeth
como una especie de hermana. Se siente traicionada cuando descubre que
Elizabeth no la aprecia sino que simplemente la “estudia”. Reacciona con violencia
y oscila entre la agresión verbal y la súplica para poder vincularse con Elizabeth. Frente a la imposibilidad de
hacerlo la enfrenta y vuelve a su trabajo.
·Elizabeth: es una actriz
reconocida, casada y que ha tenido un hijo para cumplir con el imperativo
social de ser madre. El matrimonio y la maternidad la horrorizan y siente que
no puede corresponder al afecto de su hijo ni de su esposo. Esta distancia
entre lo que siente y lo que se espera de ella la hacen entrar en conflicto, se
vuelve una persona aislada que pierde el sentido de lo que hace y a la que todo
le parece falso y banal; por eso durante una representación teatral se hunde en
el silencio total. La guerra y el dolor que el hombre puede provocar al hombre
la horrorizan. Aunque Alma abre su corazón y ella la escucha; no logra
establecer una relación genuina con ella. Se siente incómoda y desasosegada
cuando la doctora y Alma penetran en sus sentimientos y le revelan en
circunstancias totalmente diferentes que conocen lo que le pasa o cómo es en
realidad.
·Doctora: Diagnostica
con precisión lo que le ocurre a Elizabeth. Le brinda a Alma la información que
necesita para poder atenderla. Entiende que Elizabeth no está realmente enferma
y procura generar condiciones favorables para que ella pueda encontrarse a sí
misma hasta que se canse de desempeñar ese rol de persona sumida en un mutismo
como se cansó de desempeñar los roles anteriores. Es quien le explica al esposo
de Elizabeth lo que le ocurre a la actriz.
·Esposo de
Elizabeth: es un hombre cariñoso y comprensivo que no sabe cómo enfrentar a su
hijo para explicarle lo que le ocurre a la madre y que entiende que su esposa y
Alma están singularmente unidas.
El autor: su ideología y trayectoria artística. Algunas
consideraciones sobre la película: circunstancias en la que se ideó y rodó.
Igmar Bergman es un director sueco que
consolidó el cine de autor. Se sostiene respecto de él que “dos dramaturgos,
Henrik Ibsen y August Strindberg lo introdujeron en un mundo donde se
manifestaban los grandes temas que tanto lo atraían, cargados de una atmósfera
dramática, agobiante y aun desesperanzada” Esto habría influido en su visión de
las relaciones humanas y en el planteo de su obra caracterizada por el cuidado
en la puesta en escena, los guiones y la representación. De allí que sus films retomen
los problemas que se replantea el hombre al abordar la propia vida desde una
perspectiva filosófica. Respecto de este
destacado cineasta afirma Enrique Lacolla que
“si bien sus obras se sitúan en Escandinavia perdonada por la guerra y
entre personajes que padecen tormentas sicológicas y de la vida en singular y
son aparentemente lejanos a las catástrofes colectivas, el soplo ardiente del
siglo no deja indiferente al director…porque en su obra hay no pocos rasgos de
una angustia vital que aparece informada no solamente por los antagonismos y
dilemas de la vida privada y de la inquietud metafísica, sino también por la
sombra de la aniquilación que pesa sobre la humanidad en su conjunto como
consecuencia del poder de abolirse a sí misma que ha adquirido junto a la
capacidad nuclear”. Así la imposibilidad de Elizabeth de asumir su rol como
actriz, esposa, madre no es solo la resultante de sus dilemas existenciales
sino también del horror que le provoca la segunda guerra (horror patente cuando
mira la fotografía de las familias judías llevadas a punta de ametralladora por
los alemanes) y la guerra de Vietnam (angustia manifiesta frente a la audición
televisiva).
Según el propio director, él ideó el guión de
Persona mientras se encontraba ingresado en un hospital, convaleciente a causa
del estrés, momento en el que pensaba en el inmenso parecido existente entre
las dos actrices protagonistas del film: Liv Ullman y Bibi Andersson. Él quería
hacer una película totalmente creativa, libre de las ataduras de los estudios y
los productores. En una entrevista publicada en su libro Imágenes[1] en
1990 sostiene respecto del lugar que ocupa este film en su filmografía: "Tengo
la sensación de que en Persona he llegado al límite de mis posibilidades. Que
en plena libertad, he rozado esos secretos sin palabras que sólo la
cinematografía es capaz de sacar a la luz. Y es que cuando el genio se libera
de los convencionalismos y las ataduras, es capaz de penetrar hasta los
rincones más ocultos de la mente y convertir sus sensaciones en imágenes".
Análisis de los hechos históricos recogidos en la
película, su significatividad y sus consecuencias
En el film se hace referencia en primer lugar a la guerra
de Vietnam, secuela de la guerra de Indochina,
que se desarrolló entre 1959 y 1975, cuyo origen fue los intentos de las
guerrillas comunistas de Vietnam del Sur, apoyadas por Vietnam del Norte, de
derrocar al gobierno survietnamita. Este conflicto en el marco de lo que se dio
en llamar la Guerra Fría[2] pronto
devino en un conflicto internacional ya que Estados Unidos y otros 40 países
apoyaron a Vietnam del Sur, mientras que la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas y la República Popular China, a Vietnam del Norte y al Vietcong (brazo
guerrillero comunista que operaba en Vietnam del Sur y que pretendía la
liberación de éste para anexarlo a Vietnam del Norte)
Lo notable de este conflicto y su relación con los medios
es que fue el primer y último conflicto bélico que la televisión transmitió en
directo. Sostiene al respecto Enrique Lacolla en su libro “El cine en su época”
lo siguiente: “… Se mostraba a los muertos y heridos propios y ajenos, y
también la brutalización a la que se sometía a los insurgentes y a los civiles.
Se asistió en ese momento al primer ejemplo del poder de convicción masivo e
instantáneo de la imagen cuando se la lanza al aire sin procesar, desde el
lugar en que se verifica un hecho”.
En el film se hace una reconstrucción de momentos
significativos del conflicto aludiendo ala alianza de Estados Unidos con Vietnam del Sur en el
combate contra la guerrilla, a
las
manifestaciones civiles antibelicistas en Saigón para expresar el descontento
por la forma en que el régimen de Ngô Dinh Diêm estaba actuando ante la oposición
política existente en Vietnam del Sur, a las autoinmolaciones de monjes budistas
como protesta contra la discriminación religiosa y contra las acusaciones del
gobierno de ser comunistas en junio de 1963. En la banda de sonido se escucha
la voz en off de un periodista que hace una crónica de los hechos en la que se
incluye el ataque masivo de Estados Unidos en 48 misiones de bombardeo,
posiblemente haciendo referencia a las acciones de febrero de 1965. En este sentido se podría decir que el
director realiza una compilación de los hechos combinando sonido e
imágenes que ofrece una breve síntesis
de lo que el conflicto fue y de lo que significó para quienes se oponían en lo
ideológico o religioso al gobierno de Vietman del Sur.
En segundo lugar
el film hace referencia a la segunda guerra mundial mediante la
inserción de una fotografía en la que grupos civiles son trasladados por
soldados con sus atados de ropa, escena que remitiría a los traslados de los
grupos de judíos desde los guetos a los campos de concentración. Es ésta
también una clara alusión al tratamiento del otro en tanto cuerpo que encarna
una ideología o una herencia étnica rechazada
por los postulados que sostenían el régimen del führer.
Estas inclusiones aportan escasa información sobre ambos
sucesos históricos pero el recorte de realidad presentada y las imágenes
seleccionadas dan cuenta del impacto que tuvieron en lo emocional aun para quienes
no vivieron de cerca el conflicto, pero que debieron enfrentar el horror que la
intolerancia provocó en el mundo.
Idea central que
el film pretende transmitir
La idea central que el film parecería transmitir es que en el devenir de
la historia personal el ser humano define y redefine su identidad en función de
lo que él quiere para sí mismo, lo que la sociedad espera de él, los cambios
que se producen a partir de sus interacciones con otros y del hecho de que la
vida se desenvuelve en un tejido social atravesado por múltiples discursos.
Los elementos
técnicos y la representación de la idea
central
Podría decirse que la película tiene un ritmo lento producto del montaje de tomas
largas, perfectamente planificadas en las que los movimientos de los actores
parecen precisamente marcados por la dirección, y en las que abundan los
primeros planos que dan cuenta de la tensión sicológica de las protagonistas. Quizás
unos de los elementos más llamativos sea la calidad de la fotografía en blanco y negro. Pero además hay que
destacar el uso de la iluminación con
el que se pretende dar cuenta de la evolución del conflicto psicológico de
ambas protagonistas en las situaciones que viven ambas mujeres. A las escenas
iluminadas en exteriores en donde comparten sin preocupaciones actividades
recreativas se le contraponen escenas en el interior de la casa en las que se
trabaja con la oscuridad y con grandes contrastes de luz para significar que
ambas protagonistas tienen aspectos oscuros, desconocidos que se irán revelando
a lo largo del film. La angustia de Elizabeth Vogler es representada mediante
una disminución gradual de la iluminación hasta llegar a la oscuridad casi
total de la escena en la que se ve un primer plano de ella acostada y
escuchando una audición musical; el oscurecimiento de la escena es progresivo y
está marcado su ritmo por la música que la paciente escucha por la radio. Por
otra parte las escenas oníricas están presentadas con iluminación excesiva que
da cuenta de la irrealidad de la situación.
Respecto de los encuadres se podría decir que la organización de los elementos dentro del cuadro (ubicación de las
protagonistas), los enfoques y los movimientos de cámara aportan dinamismo
a esta historia de corte psicológico y permiten dar cuenta de los procesos de
transformación que van sufriendo ambas mujeres mientras interactúan. Así en
aquellas conversaciones en las que Alma habla y Elizabeth escucha se usan
planos que muestran a ambas, o plano y contraplano. Pero cuando comienza el
proceso de identificación de una con la otra es notable cómo desde lo visual el
director resuelve la situación: en un mismo cuadro podemos ver a ambas mujeres
ya sea mirándose en un espejo realizando movimientos para resaltar su parecido
físico, o en una situación de conversación en la que mientras Alma habla y
Elizabeth escucha se ve solo una de las protagonistas, porque una está de
espaldas a la cámara; o bien porque el perfil de una tapa la mitad del rostro
de la otra. El uso de la iluminación y la superposición del rostro de una sobre
la otra acompañado por la fuerza de los monólogos de Alma permiten ir dando
cuenta del proceso de identificación progresiva de ella con Elizabeth. Proceso
que se completa desde lo visual en un primer plano por sobreimpresión se crea
un nuevo rostro con la mitad del de cada una de las protagonistas.
La actitud de ambas protagonistas frente a la
angustia que le provoca la maternidad no deseada a Elizabeth es mostrada mediante
la presentación del mismo discurso desde dos puntos de vista distintos. En el
primero, el ángulo de visión de la cámara descansa sobre Elizabeth y, en el
segundo, sobre Alma. Así al desasosiego y la angustia de la actriz se
contrapone la crueldad de la enfermera quien mediante este monólogo procura lograr que aquella salga de sí misma
y hable.
Es interesante la decisión que toma el
director respecto del encuadre en las escenas de agresión física: la cámara
permanece quieta y son las protagonistas o sus sombras las que ingresan o salen
del campo.
Respecto de los movimientos de cámara y la construcción del sentido podemos decir
que para expresar la tensión mental de las protagonistas se utiliza en algunas
ocasiones el travelling hacia adelante. Un ejemplo de esto se observa cuando
Alma inicia el proceso catártico en el que cuenta sus intimidades, un
travelling hacia adelante pone al espectador en sobre aviso acerca de que en su
monólogo revelará sus pensamientos e intimidades. Por otra parte se utilizan movimientos
de cámara para que el espectador pueda anticipar que aun cuando la expresión
del rostro no lo evidencie, las protagonistas sienten desasosiego o inquietud
interior. Así, mientras Alma escucha con atención la descripción que realiza la
doctora sobre la futura paciente, su rostro permanece impasible demostrando una
escucha atenta pero despersonalizada. No obstante, en una toma de la enfermera
de espaldas, la cámara desciende hasta sus manos y muestra que Alma tiene las tiene
entrelazadas y mueve sus dedos. Del mismo modo cuando la doctora está presentándole
a Elizabeth su diagnóstico, la cámara muestra el rostro de la paciente que escucha
con atención, pero un desplazamiento de la misma hacia abajo nos revela su
nerviosismo al mostrar cómo pela con un cuchillo una fruta. También se usa en
varias oportunidades un movimiento
rápido de cámara para pasar de enfocar el rostro de un personaje que habla al
que lo escucha y así mostrar el efecto que le produce lo que se le dice. Otro modo de expresar el desasosiego que
siente Elizabeth que busca a Alma quien ha salido de la casa porque parecería
intuir algo ha pasada es el uso del desenfoque. Desenfoque que se mantiene
hasta que la ve por la ventana y sale a su encuentro.
Las transiciones
de un momento a otro de la película se manejan mediante los cortes, la música,
la voz en off, y los fundidos. Respecto de la música se puede decir que es
instrumental y se caracteriza por la alternancia de sonidos producidos por uno
o dos instrumentos y silencios al inicio de un momento dramático, pero a medida
que avanza se incrementa la tensión psicológica de la situación se da una
complejización de la melodía, la inclusión de más instrumentos y un in
crescendo que culmina con un silencio total.
Respecto de la incorporación del silencio en la creación musical y en la
película se podría pensar que este recurso pone más de manifiesto la situación
de angustia y soledad que viven ambas protagonistas. La música estaría usada
para mostrar las implicancias sicológicas de ciertas situaciones dramáticas y
para reforzar con vigor la importancia y la densidad dramática de un momento.
Se utiliza así en las siguientes oportunidades: el in crescendo mientras el
niño explora con sus manos la imagen de los rostros de la mujer proyectados en
la pantalla, el momento que va desde la ruptura de la foto del hijo hasta la
finalización del monólogo de la doctora que pone de manifiesto conocer lo que le ocurre a la
protagonista, en los momentos más importantes en los que Alma se identifica con
Elizabeth ( cuando Alma inicia su catarsis, superposición de la mitad del
rostro de ambas para formar uno nuevo, al finalizar el encuentro con el esposo,
al finalizar los sueños de Alma, en la escena de vampirismo, al inicio del monólogo
de la maternidad negada desde el punto de vista de Alma), después del
enfrentamiento de ambas cuando Alma queda sola en la playa y Elizabeth vuelve a
la casa.
La voz en off de un narrador es utilizada para acompañar, luego de la
escena dramática entre la doctora y Elizabeth, las imágenes que muestran el
primer período de las protagonistas en la casa de la playa. Él nos cuenta que
ambas se han dedicado a las actividades al aire libre, las caminatas y que se
encuentran relajadas disfrutando.
Los fundidos a blanco se utilizan para delimitar grandes momentos en la
diégesis: entre la primera y segunda mitad del prólogo, al comienzo de la
historia, antes de que Alma inicie la agresión verbal directa y le cuente que
sabe lo de la carta, luego del encuentro amoroso con en esposo, luego de que
las mitades de ambos rostros se confundan en uno, luego del último sueño en el que Alma se ve
vestida de enfermera.
El uso de los diálogos es
prácticamente inexistente. Vemos este tipo de interacción lingüística entre
Alma y la doctora, y entre Alma y el esposo de Elizabeth. La doctora y Alma se
relacionan con Elizabeth a través de la palabra mediante el uso de monólogos. Alma es la sede de la
palabra y Elizabeth la del silencio. Es este silencio el que le permite lograr
el dominio total de Alma y el que favorece los procesos catárticos y de
identificación. La ausencia de palabra en Elizabeth no impide comprender lo que
le ocurre; es este sentido son reveladores el monólogo de la doctora, las
cartas y las apreciaciones verbales de Alma que provocan reacciones gestuales
en aquella. Respecto de la correlación entre palabra e imagen, el uso de la voz
en primer plano del protagonista que no se ve en lo visual genera expectativa e
incertidumbre. Ejemplo de esto son las indicaciones de la doctora a Alma que
impasible la escucha al inicio de la historia y la voz del esposo que llama a Elizabeth y es
escuchada por Alma desde su habitación. Así en ambas situaciones el espectador
escucha las intervenciones del esposo y la doctora pero los ve bastante
después.
Respecto de los ambientes en
los que se desarrolla la acción es posible decir que se utilizan como recurso
para reforzar las atmósferas sicológicas. En primer lugar hay que destacar la
situación de aislamiento de ambas protagonistas en la casa de la isla; pero
además es posible notar que los ambientes son oscuros, lluviosos o nublados
cuando las protagonistas atraviesan sus procesos de confusión mental y
angustia; son soleados en los momentos de calma relativa y comunión.
Influencias de
la película y vinculación con los contenidos de estudio
En primer lugar es necesario reconocer que esta película nos ha exigido
una mirada atenta porque en ella parece estar pensado hasta el más mínimo
detalle para lograr una sensación de unidad y transmitir la tensión que viven
ambos personajes. Por otra parte ha sido necesaria una segunda y hasta tercera
mirada para poder comprender en profundidad la simbología en ella presentada y
su correlación con la historia, y el uso de los recursos técnicos puestos al
servicio de la creación de significados.
Segundo, el modo
en que está presentada la situación en un ambiente de luces y sombras, el uso
de la música los ritmos cambiantes del monólogo de Alma, la expresividad de su
rostro y los tonos de su voz producen cierto temor, la idea de qué algo va a
ocurrir de un momento a otro. Así hemos vivido la tensión entre ambas protagonistas
y la hemos sentido. Es imposible frente a eso no sentirse identificado sobre
todo cuando uno se remite a aquellos momentos de la propia vida en los que se ha
planteado quién es, hacia dónde va y qué espera.
Respecto de la
vinculación de la película con los contenidos de la carrera es obvio decir que se
vincula en primer lugar con los contenidos de las asignaturas en las que hemos
estudiado las características técnicas del lenguaje audiovisual.
Por otra parte es
posible relacionar el drama que ambas mujeres viven con la comunicación como un
proceso total que involucra las representaciones que uno tiene de sí mismo, del
otro, la puesta en escena de los roles definidos socialmente, las consecuencias
cuando el comportamiento no es acorde a la definición de la situación. Así uno
se detiene a observar qué cree cada
protagonista de sí misma y de la otra, cómo se vincula cada una con el rol que
representa, cómo en el proceso de interacción mantienen o no su cara en función
de la definición de la situación paciente-enfermera, cómo salvan la situación
cuando no pueden sostener su “cara”.
Ha exigido además
este film una mirada retrospectiva a contenidos sobre historia estudiados
porque sólo conociendo lo que el Siglo XX significó como manifestación del
poder destructivo del hombre hacia su misma especie es posible entender la
angustia de la protagonista.
Finalmente, este
film nos ha llevado a recordar contenidos de la psicología y la mitología al
tratar de interpretar los dramas atraviesan los protagonistas y por qué es
precisamente durante una interpretación de Electra que queda muda y no
cualquier otra obra teatral.
s.m.v.v.
[1]Bergman publicó sus memorias en dos libros,
Linterna mágica (1988) e Imágenes (1990)
[2]Luego de la Segunda Guerra Mundial, Rusia y Estados Unidos establecieron acuerdos
sobre los territorios que cada uno controlaría. Debido a los desastres
económicos, humanos y militares se acordó evitar los conflictos militares
directos en sus territorios. El
equilibrio mundial se mantuvo en esta etapa merced a un proceso histórico que se
dio en llamar Guerra fría. En esta etapa Estados Unidos y sus
aliados, de un lado, y al grupo de naciones lideradas por la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), del otro mantuvieron intensas luchas
económicas y diplomáticas. Los distintos intereses condujeron a una sospecha y
hostilidad mutuas enmarcadas en una rivalidad ideológica en aumento y en una
carrera armamentista sin precedentes. Si bien no se produjo ningún conflicto
armado entre ambos bandos en sus territorios, las diferencias entre ambos se
dirimieron en territorios coloniales del entonces llamado Tercer Mundo. Es en
esos territorios donde Comunismo y Capitalismo encuentran el material humano y
las condiciones sociales para continuar con sus disputas en un intento de
controlar el mundo.